EL PORQUÉ DE LA PRESUNTA FALTA DE ESCRITURA
A ver, no es que yo me esconda.
Lo que quiero decir es que
lo que quiero decir ya está dicho y por eso no escribo.
Es decir, no hay palabras nuevas que quiera decir y que esté ocultando. Pero eso no quiere decir que ya no pase nada, ni tampoco que pase siempre lo mismo.
A ver, que no escriba no quiere decir que me esconda. Cuando pasa algo, algo distinto al pasado, y me nacen esas ganas de decirlo y de plasmarlo, lo digo, lo empiezo a contar, le empiezo a dar forma. Pero por lo general sucede lejos del papel. Quiero decir, sucede mientras estoy haciendo otras cosas. Cuando estoy frente al papel, no suelen pasar cosas que quiera contar. Ya no. Cuando estoy frente al papel (en principio) sólo estoy frente al papel. Entonces, si cuando pasa algo es porque no estoy frente al papel, la única forma de escribirlo es mentalmente. Hablo solo. Pienso la literatura que vivo. Me narro. Pero surte el mismo efecto, porque puedo decir no, eso no, lo borro, lo reescribo y toma forma, lo digo y ahí queda, ahí está,
lo he dicho.
lo he dicho.
Lo que quiero decir es que el problema surge cuando finalmente estoy frente al papel. El problema surge cuando ya pasó lo que pasó, ya se dijo, ya se escribió sin tinta. Todo en el pasado. Quiero decir que cuando me siento solo frente al papel ahora (¿qué quiero decir? ¿sentarme? ¿sentirme?), cuando me siento solo ahora, en el presente, y quiero decir lo que pasó, siento que ya está dicho y que no tengo palabras nuevas que decir. Y si de todos modos intento decirlo, suena a reescritura, a copia de original, suena forzado, y eso es algo que detesto. Por eso digo que no es que yo me esconda. Es que encontré una nueva forma de escribir sin escribir.
¿Y este texto? Cuando me pasó lo que me pasó para escribir esto, no lo escribí de inmediato. Me estaba duchando. El agua, el papel y la tinta no son una buena combinación, no se llevan bien. Evidentemente no podía ponerme a escribir ahí mismo, en el sentido tradicional de escritura. Pero sí podía ponerme a narrar. A plantear la problemática y desarrollar las ideas hasta quedar satisfecho. Usar tal o cual recurso. Tejer un texto perfecto y naturalmente perfeccionable de manera oral. Pero luego ya no podría plasmarlo por escrito. No podría volver a decir lo ya dicho. Entonces dije no, no lo voy a escribir acá, ahora, en la ducha, no, y me quedé sólo con el título. Me forcé a pensar en otras cosas, pero a retener la idea. Algunas palabras se me escaparon al principio y evidentemente acá no están, ya fueron dichas, pero me forcé a pensar en otras cosas y ahora sí, acá, frente al papel, recordé el título y me puse a escribir.
Lo que quiero decir es que
hoy me senté frente al papel y escribí para que vean que no me escondo, que lo que no digo es sólo porque ya está dicho y que en definitiva lo que trasciende
es todo
lo que quiero decir.
Lo que quiero decir es que
hoy me senté frente al papel y escribí para que vean que no me escondo, que lo que no digo es sólo porque ya está dicho y que en definitiva lo que trasciende
es todo
lo que quiero decir.
(2013)