Ya no escribo. O mejor dicho, ya no dejo de escribir. Quiero decir: ya no escribo como antes. (Y no me refiero a que como antes de escribir, no.) No me siento en el escritorio, no agarro papel y lápiz o la compu, ya no interrumpo otras actividades para escribir. Ya no es un ritual. Ahora directamente pasa algo y lo escribo, pero acá en mi mente. Lo pienso y lo dejo ahí y ya (no) está escrito y ya no importa si se borra o si queda algún registro. Esto mismo que estoy escribiendo ahora (es decir, hace tres semanas) en realidad ya fue escrito. Antes de ayer lo escribí mientras bajaba la escalera y descubría con cada escalón por qué ya no escribía. Ya no escribo porque ahora escribo. Dos conceptos totalmente distintos. Y claro que cuando intento recuperar un texto que ya escribí antes mentalmente, como ahora, no siempre encuentro lo mismo. A veces lo encuentro cambiado, incompleto, distinto. A veces no lo encuentro. Pero lo importante es que en algún momento existió y fue procesado. Lo importante es que escribo para mí (?) y que no necesito ninguna herramienta de escritura externa. Y si nadie entiende, ¿qué importa? Lo importante es que, en ese sentido, ya no hay barreras. No hay obstáculos. No dependo de nada. Lo terrible es que uno puede pensar que quizás eso marque el fin del calabozo como tal, como lo hemos concebido hasta ahora. Lo terrible (y liberador) sería descubrir que ya se ha cumplido con la condena. Pero en realidad sabemos que la condena es perpetua, que el calabozo no tiene fin, que la prisión es de aire y que la condena es la libertad. Que ya no dejo de escribir. Que quizás no habrá palabras nuevas sobre las paredes del calabozo, pero sí en las pupilas y en la piel del prisionero. Quizás el calabozo de aire entre en proceso de mutación y se convierta en un espacio literario distinto, como bien podría ser un espacio de reescritura de textos previamente escritos en función de distintas necesidades. O quizás mañana ya no esté aquí, a la vista de todos. Pero lo que es seguro es que ya no voy a (poder) dejar de escribir, one way or another.
(2011)
3 comentarios:
Sé exactamente a lo que te referís, porque hace ya mucho que me sucede lo mismo...
son rachas, ya verás
Comento un poco tarde pero no creo que sea importante la hora.
Quizá no entienda el significado original del texto, pero cada lector puede crear su propia interpretación. La que le he dado me da para considerar este escrito muy bueno, con un análisis de la escritura placentero.
http://idasueltas.blogspot.com/
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