"Caelum non animum mutant qui trans mare currunt"

10 de enero de 2010

▪ Dreaming of Hell



¡Soñé que me iba de vacaciones a la playa! Pero la playa quedaba en Moreno y para ir nos tomábamos el 57. Bajón. Iba con dos amigos de la infancia y mi hermana. En un momento vemos que la mamá de mis amigos se subía a un colectivo, así que supongo que también venía con nosotros. Pero ese colectivo era para cuatro pasajeros solamente. Entonces vamos a sacar los boletos y yo entrego ahí en la boletería una carta que había escrito mi mamá, quejándose por el servicio que brinda la empresa y se produce una breve discusión. Lo último que recuerdo del sueño es que como el colectivo no llegaba, nos terminaba llevando mi viejo en su auto. Dato importante: no llevaba ningún bolso yo.


Sueño rarísimo. Es cierto que me quiero ir de vacaciones y a cualquier lado, pero la idea de irse de vacaciones se contrapone atrozmente a la idea de viajar en 57, colectivo que me lleva a la facultad hoy en día. Pero a la vez no es el presente, es el pasado, es la infancia, son Santiago y Josefina y su mamá. O quizás no es el pasado y ellos vinieron al presente. Pero hay algo que me falta. ¡Me falta el bolso! Algo que no te podés olvidar jamás si te vas de vacaciones. Mi mamá se queja, lo sé, y no quiero que se repita la historia y que su futuro se nuble con eso, aunque ya hubo un par de relámpagos. Eso sí que es triste. De todos modos, creo que la peor imagen del sueño es la de la maldita boletería, en plenas vacaciones.


(2009)






3 comentarios:

Kris Diminutayazul dijo...

a veces los sueños son pura poesía...
a mí me encanta acordarme de ellos, de los buenos y de los extraños, y buscar siempre un porqué, hasta donde no lo hay

gracias a Ti! Cortázar une... :)

Mariano Magnifico dijo...

Sería hermoso ir de vacaciones a ver el mar por primera segunda vez otra vez, ¿no?

Soñador dijo...

Te felicito por la fidelidad con la que retrataste acá la magia de los sueños. La condensación de pasado y presente, y diferentes lugares, ha sido fantásticamente retratada en este post.
Y además ¿quién no odia viajar en el 57?