COMPLEJO CROMÁTICO
Sonó el teléfono, pero no lo atendí por miedo a que fueran los pintores. ¿Y si quieren volver? Esos malditos me pintaron las puertas de blanco. No sé para qué me molesté en recalcarles cuando llegaron que mi color favorito es el verde. Hasta les dije que amaba la naturaleza. Pero no hay caso. Los pintores no entienden las indirectas… Y por eso me pintaron las puertas de blanco. ¡De blanco! Como si abrir una puerta fuera un verdadero acto de pureza y no una intromisión indebida en la privacidad del otro. Hoy en día hay puertas por todos lados. Quiero decir, hoy en día nadie tiene privacidad. Mucho menos privacidad blanca, ¿no? Por eso yo quería mis puertas verdes. Yo quería que abrir una puerta fuera como entrar en un bosque. Yo quería respirar aire fresco en cada habitación. Yo quería respirar vida. Pero me tendré que conformar con las inmaculadas puertas blancas. Ahora les tengo miedo a los pintores y no pienso atender el teléfono por si vuelven a llamar.
2 comentarios:
Los pintores siempre vuelven a llamar, y si no se les coge el teléfono vuelven a visitarte, es muy complicado escapar de ellos, sobretodo cuando ya te han visitado.
John W.
Jejeje. Buenísimo. Deberían darle importancia a los colores. Saludos.
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