CÓMO (¡NO!) HACER UNA TORTA
Se despertó a eso de las 9 de la mañana y al abrir los ojos sintió dos cosas: la lluvia golpear suavemente contra la ventana y unas ganas abusivas de hacer una torta. Los días de lluvias se prestan para estas cosas, pensó. Y era domingo.
Corrió las cortinas despacio y miró entre las gotas. De chocolate, decidió. Se fue a la cocina, leyó la receta con mucha atención y se puso a buscar todo lo que iba a necesitar.
Perfecto, no le faltaba nada. Pero cuando puso las manos en la harina, se dio cuenta de que sí, en realidad había algo que le faltaba. I need to be away, se dijo, mirando por la ventana. Se imaginó que la harina entre sus dedos era su paraguas y su cartera y que salía con ellos de la casa y se alejaba corriendo y no volvía más. I need to be away, se dijo y la ventana se volvió borrosa. Y no pudo evitar pensar en el chocolate chorreando lentamente por la torta y por las paredes y por los muebles. Quería que afuera lloviera chocolate, pero no lo logró. El mundo no quedaría nunca bañado en chocolate como su torta. Y entonces tiró todo, no se molestó en ordenar nada, cerró las cortinas y se volvió a la cama maldiciendo sus pensamientos.
Porque hacer una torta no siempre es fácil. A veces sale mal.
(2010)
5 comentarios:
I need to be away!!!!!!
el mundo no, pero las palabras siempre las podemos empapar en chocolate...
Linda historia. Everybody needs some time away, maybe in a world made of chocolate.
ese es el componente que se necesita tener... ganas de ver algo doferente!
Bonita historia!
En unas cuantas líneas das a entender tan bien ciertas cosas. Me gusta tú estilo, simple, prolijo, con una chispa al final.
Besos :)
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